Representante Mateo HammettUn republicano tramposo de Alabama quiere que las personas que promuevan u operen máquinas tragamonedas ilegales en el estado enfrenten penas más severas. Actualmente, una persona que promueve el juego o se beneficia del juego ilegal es acusada de un delito menor de Clase A.
Sin embargo, el representante Hammett cree esto no es castigo suficiente y quiere que se cambie la ley. En lugar de culpar a la gente por Delito menor clase A para la primera infracción el legislador quiere elevarla a Delito grave clase C en lugar de.
Legislador de Alabama quiere penas más severas para el juego ilegal
Esto conllevará una pena máxima de 10 años de prisión, con un mínimo de un año, que es la pena máxima para un delito menor de Clase A. También habrá una multa monetaria de 15.000 dólares. Sin embargo, si la infracción se repite, la infracción se convierte en Delito grave clase B que conlleva una pena de dos a 20 años de prisión y una multa de hasta 30.000 dólares.
Las medidas pueden parecer demasiado duras, pero el congresista Hammett cree que es la mejor manera de avanzar. Sostiene que el castigo actual es demasiado indulgente y que el derecho penal vigente no aborda ni disuade adecuadamente el delito en sí.
“Es necesario reescribirlo. Espero que este sea el resultado final, que disuada la actividad ilegal». afirma. El representante Hammett va más allá al definir lo que considera juego ilegal, y su proyecto de ley incluye máquinas de carreras históricas, una parte muy debatida del panorama del juego en Alabama.
Sin embargo, el congresista Hammett quiere asegurarse de que todos comprendan que el proyecto de ley no está dirigido a empresas legítimas, sino a quienes utilizan lenguaje gris en la ley para realizar juegos de azar ilegales.
El sentimiento contra el juego está en su punto más alto en Alabama
El proyecto de ley también contó con el apoyo del fiscal de distrito del condado de Covington. Walt Merrell quien trabajó con el Representante Hammett en el proyecto de ley. Merrell es un halcón del juego aún más grande que el representante Hammett, y cree que el juego en cualquier forma, ya sea regulado y legal o en el mercado negro, es malo para la economía y la sociedad.
«Las estadísticas dejan muy claro que los juegos de azar, ya sean ilegales o legales, dañan las economías locales, aumentan la pobreza, aumentan la adicción y aumentan las tasas de criminalidad». le dijo a AL, una agencia de noticias. El Proyecto de Ley 41 de la Cámara de Representantes sigue siendo sólo una propuesta y aún le queda un largo camino por recorrer antes de que se convierta en ley.
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